sábado, 20 de diciembre de 2014

La campana y el esquillón



En cierta catedral una campana habia, que solo se tocaba algun solemne dia, con el mas recio son, con pausado compas, cuatro golpes o tres solia dar no mas.

Por esto y ser mayor de la ordinaria marca, celebrada fue siempre en toda la comarca. Tenia la ciudad en su juridiccion, una aldea feliz, de corta poblacion, siendo su parroquial una pobre iglesita con chico campanario a modo de una ermita y un rajado esquillón pendiente en medio de el, era alli el que hacia el principal papel.

A fin de que imitase aqueste campanario, al de la catedral dispuso el vecindario, que despacio y muy poco el dicho esquillón se hubiese de tocar en tal cual funcion; y pudo aquello tanto en la gente aldeana, que el esquillon paso por una gran campana.

Muy verosimil es, pues que la gravedad suple en muchos asi por la capacidad: dignanse rara vez despegar sus labios y pensar que con esto imitan a los sabios.

Con hablar poco y gravemente, logran muchos opinion de hombres grandes.

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